Nos encaminamos hacia los 80 años del célebre artículo de Arturo
Uslar Pietri titulado “Sembrar el petróleo”, el cual apareció el 14 de
julio de 1936, a modo de editorial, en el diario caraqueño Ahora. La frase caló hondamente en el inconsciente colectivo venezolano, y se repite hasta el día de hoy.
Era una muy temprana campanada, advirtiendo lo que se debía hacer con una riqueza que tuvimos la fortuna de encontrar en nuestro subsuelo, y que, con el tiempo, también aprendimos a controlar. Los primeros años de su explotación sucedieron, ciertamente, en situación muy desventajosa para el país y favorable a las petroleras multinacionales que conocían del negocio. Sin embargo, con el correr del tiempo nos fuimos posesionando de esta valiosa riqueza, con históricos procesos tales como la nacionalización petrolera de mediados de los años 70 y la apertura petrolera de la segunda mitad de los 90 del siglo pasado.
Era una muy temprana campanada, advirtiendo lo que se debía hacer con una riqueza que tuvimos la fortuna de encontrar en nuestro subsuelo, y que, con el tiempo, también aprendimos a controlar. Los primeros años de su explotación sucedieron, ciertamente, en situación muy desventajosa para el país y favorable a las petroleras multinacionales que conocían del negocio. Sin embargo, con el correr del tiempo nos fuimos posesionando de esta valiosa riqueza, con históricos procesos tales como la nacionalización petrolera de mediados de los años 70 y la apertura petrolera de la segunda mitad de los 90 del siglo pasado.
Decía Uslar, hace casi 78 años: "Urge
aprovechar la riqueza transitoria de la actual economía destructiva para
crear las bases sanas y amplias y coordinadas de esa futura economía
progresiva que será nuestra verdadera acta de independencia. Es menester
sacar la mayor renta de las minas para invertirla totalmente en ayudas,
facilidades y estímulos a la agricultura, la cría y las industrias
nacionales. Que en lugar de ser el petróleo una maldición que haya de
convertirnos en un pueblo parásito e inútil, sea la afortunada coyuntura
que permita con su súbita riqueza acelerar y fortificar la evolución
productora del pueblo venezolano en condiciones excepcionales."
Existen exitosas experiencias de naciones que, disciplinadamente, han entendido que la riqueza petrolera es de ciclos, y que hay que manejar los excedentes con criterio de ahorro y de inversión, muy lejos del despilfarro.
Para esto hay que presupuestarse, y mantenerse estrictamente dentro del presupuesto. Es, ni más ni menos, como un hogar. Por ejemplo, el fondo de ahorro de petróleo de Noruega impide gastar más del 4% del mismo, lo cual, a punta de ahorro, ha convertido a los poco más de 5 millones de ciudadanos de ese país en virtuales millonarios. Este dinero ahorrado ha sido invertido en actividades productivas en varios sectores y países, con lo cual este gobierno –socialista, por cierto- ha asegurado el bienestar de su ciudadanía. Y la historia petrolera de esta nación es mucho más breve que la venezolana, descubrió sus reservas recién en 1969.
Hace 50 años era una de las economías más pobres de Europa y pasó a ser la más desarrollada e igualitaria del mundo; el rol del petróleo y el ahorro para el futuro fueron claves en ello. Noruega logró los niveles más altos del mundo en calidad de vida e igualdad de oportunidades para su población.
La educación es pública, gratuita y bilingüe. Es difícil encontrar a personas de menos de 50 años que no hablen inglés fluidamente. Todos poseen cobertura de salud; la esperanza de vida al nacer es de 81 años; la brecha salarial entre varones y mujeres es casi inexistente; no hay pobreza ni desocupación y la renta por habitante -57.300 dólares- es la cuarta más elevada del planeta. A comienzos de la década de los 70, el país se puso de acuerdo en qué tipo de sociedad quería y los ciudadanos confían en la estabilidad de su economía. Este es solamente un ejemplo de un país que sembró el petróleo
Fuente: GUAYOYO EN LETRAS : ow.ly/ykfTG
Existen exitosas experiencias de naciones que, disciplinadamente, han entendido que la riqueza petrolera es de ciclos, y que hay que manejar los excedentes con criterio de ahorro y de inversión, muy lejos del despilfarro.
Para esto hay que presupuestarse, y mantenerse estrictamente dentro del presupuesto. Es, ni más ni menos, como un hogar. Por ejemplo, el fondo de ahorro de petróleo de Noruega impide gastar más del 4% del mismo, lo cual, a punta de ahorro, ha convertido a los poco más de 5 millones de ciudadanos de ese país en virtuales millonarios. Este dinero ahorrado ha sido invertido en actividades productivas en varios sectores y países, con lo cual este gobierno –socialista, por cierto- ha asegurado el bienestar de su ciudadanía. Y la historia petrolera de esta nación es mucho más breve que la venezolana, descubrió sus reservas recién en 1969.
Hace 50 años era una de las economías más pobres de Europa y pasó a ser la más desarrollada e igualitaria del mundo; el rol del petróleo y el ahorro para el futuro fueron claves en ello. Noruega logró los niveles más altos del mundo en calidad de vida e igualdad de oportunidades para su población.
La educación es pública, gratuita y bilingüe. Es difícil encontrar a personas de menos de 50 años que no hablen inglés fluidamente. Todos poseen cobertura de salud; la esperanza de vida al nacer es de 81 años; la brecha salarial entre varones y mujeres es casi inexistente; no hay pobreza ni desocupación y la renta por habitante -57.300 dólares- es la cuarta más elevada del planeta. A comienzos de la década de los 70, el país se puso de acuerdo en qué tipo de sociedad quería y los ciudadanos confían en la estabilidad de su economía. Este es solamente un ejemplo de un país que sembró el petróleo
Fuente: GUAYOYO EN LETRAS : ow.ly/ykfTG
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