lunes, 27 de enero de 2014

Vivir sobreviviendo

El modelo económico que hoy tenemos en Venezuela no funciona y un indicador de esto es la inflación, que el año pasado cerró en 56%. Esa cifra nos dice que las políticas económicas que el gobierno central ha tomado han fracasado. Todos los países van hacia adelante y nosotros hacia atrás, países que no cuentan con los recursos petroleros que tiene nuestro país.

¿Y cómo puede avanzar nuestro país si tenemos un Estado que siempre esta amenazando? Ningún país atrae inversión de esta manera y no se genera empleo. Mientras tanto vemos cómo cada día hay más personas en las calles vendiendo para sobrevivir. ¿Cómo se construye un país donde los docentes abandonan las aulas de clase para vender en una esquina porque vendiendo ganan más para sobrevivir?


Es que la inflación golpea a todo el mundo, especialmente al más pobre. Arrancando el año el ingreso de los venezolanos perdió un 56% de su capacidad gracias a la inflación. Y esta semana nos anunciaron una nueva devaluación. Aquí maquillan y le cambian el nombre a todo, pero no es lo mismo Juana que su hermana. El establecimiento de un control cambiario a través de bandas, como lo anunciaron este miércoles, efectivamente constituye una nueva devaluación.

Recordemos que en 1998, cuando Hugo Chávez llegó al poder, la tasa de cambio del bolívar con respecto al dólar estaba alrededor de los 570 bolívares el dólar. En los siguientes años el dólar se movió alrededor de esa tasa, pero en el 2002 se disparó y cerró por encima de los 1.380 bolívares por dólar. Por lo que en 2003 crearon Cadivi para controlar el cambio de divisas . Desde entonces la tasa de cambio fue en aumento y en el año 2010 tras hacer la reconversión de la moneda (eliminándole los tres ceros) y surgir el supuesto bolívar fuerte, se llevó la tasa de cambio del dólar a 4,30 bolívares fuertes (es decir, 4.300 bolívares de antes). En el 2013 el gobierno central devaluó la moneda al anunciar la tasa de cambio del dólar a 6,30 bolívares fuertes. Y ahora en 2014 anuncian que habrá una tasa preferencial a 6,30 bolívares el dólar (pero no indican para qué o para quienes) y la gran mayoría pasa al Sicad, que es una subasta que ha rondado los 11,3 bolívares el dólar. Como dije, sin duda nueva devaluación.

En los 15 años que lleva este gobierno en el poder, se ha devaluado el bolívar casi un 2000%. Los dólares ya no alcanzan y dependemos de las importaciones, en un gobierno que habla de nacionalismo y lo que hicieron fue destruir la producción nacional.

Algo está haciendo mal este gobierno, y como consecuencia de eso las necesidades básicas del pueblo no se pueden satisfacer. Las dos palabras que más se repiten hoy en los establecimientos es: “No hay”. Uno tiene que visitar varios establecimientos para poder comprar lo que necesitamos. Ahora te llaman es para decirte donde hay los productos que necesitas y cuando llegas al sitio muchas veces ya no hay.

La clave de todo para que este país avance es aferrase a la verdad. Si quienes están en el poder siguen cayéndose a mentira no vamos a resolver la crisis. Hay que salir de las trincheras y dejar a un lado las posturas partidistas.

Este es una año crucial en materia económica en nuestro país y no veo ninguna señal que indique un cambio en la vía que está llevando que nos haga salir de la crisis que estamos viviendo. No es con censura que se va a cambiar la realidad. Si en este año no hay un cambio en el modelo económico va haber más escasez, inflación y desabastecimiento. Y para que este modelo cambie, hay que cambiar al gobierno. En Venezuela tenemos el talento para exportar.

El Estado debe estar al servicio del pueblo y no al revés, como ellos quieren hacerlo creer. Hoy la intención pareciera que es que todos estamos al servicio del Estado y el Estado es todo. No creemos en ese modelo.

Nosotros creemos en el emprendimiento. Nosotros creemos que los motores de la economía son las personas, y que hay que darles las herramientas, capacitarlos y desarrollar su potencial para convertir a cada hombre y a cada mujer en un emprendedor, y así el día de mañana los emprendedores serán los grande generadores de empleo, no el Estado. El Estado impulsa pero no se convierte en el dueño de todo.

Gobernar significa ser un servidor público, significa hacer todo lo posible para que la vida de nuestro pueblo sea mejor, y eso dista mucho de lo que vivimos hoy los venezolanos. Lo más preocupante es la incapacidad de quienes se han perpetuado en el poder durante estos 15 años de entender que nadie tiene todas las respuestas y que creerse superiores no va a lograr que salgamos del laberinto en el que estamos metidos.

Venezuela necesita el reconocimiento de todos y el respeto a las diferencias para poder superar entre todos la crisis que estamos viviendo. Ojalá podamos entender aquello de que con el sudor de mi frente y no con la sangre de mi enemigo.

Los venezolanos nos merecemos mucho más que frases trasnochadas y experiencias fracasadas, y es nuestro deber como líderes evitar que nos acostumbremos al caos, la intolerancia, las colas, la escasez, la corrupción y la muerte. Es hora de que aprendamos de los errores y los aciertos, y comencemos a lograr el progreso que merecemos. ¡Que Dios los bendiga!

Fuente:  http://blog.henriquecaprilesradonski.com/

lunes, 20 de enero de 2014

Es el momento de escucharnos

En estos días hemos estado recordando como en el año 2009, por cuestiones politiqueras y partidistas, un grupo de personas usaron la fuerza de las armas y el poder para sacar a la Policía de Miranda de su sede en Curiepe. Y eso fue sólo un botón de todo lo que venía sucediendo en nuestro estado durante ese año, después de que le ganamos la elección al protegido del oficialismo.

Y es que en Venezuela llevamos 15 años de división e insultos, con un gobierno que en vez de solucionar los problemas más importantes de la gente, siempre busca a quien echarle la culpa y meter la cabeza debajo de la tierra como el avestruz, pensando que quizás así los venezolanos no se darán cuenta de que el principal responsable de los problemas más de importantes del país, como la inseguridad, es el mismo gobierno.

policia15Y con un comportamiento similar, de división y fanatismo, muchos empezaron a criticar el hecho de que quienes lideramos la Unidad hemos ido a reuniones con el gobierno para abrir un diálogo honesto y transparente que nos permita avanzar en los problemas claves que estamos padeciendo los venezolanos. Yo fui a Miraflores esperando un debate sincero para resolver el problema de la inseguridad, porque para mi la seguridad de los venezolanos está por encima de cualquier diferencia política e iré a donde sea para combatir la violencia que cada día enluta más familias en nuestro país y que ha impulsado un éxodo de venezolanos, en su mayoría jóvenes, que se van a otros países buscando las oportunidades y la tranquilidad que en su país no tienen.

Pero el gobierno en vez de buscar soluciones y evitar que eso siga sucediendo, prefiere buscar culpables y se encarga siempre de señalar a Miranda y en el caso de la inseguridad acusa a nuestros policías. Cuando la verdad es que nuestro estado representa el 10% de la incidencia delictiva del país, y ellos esconden el otro 90%, pero ¿qué hay de ese otro 90%? Todos los estado requieren apoyo y una solución al problema de la violencia, en el que el Estado es el principal responsable.

La violencia no se acaba con parcialidades políticas, no se acaba con politiquerías. Y tampoco podemos pensar que la violencia es sólo un tema policial, que se resuelve enviando más policías a la calle. El año pasado se batió el record de policías asesinados en manos del hampa ¿y quien cuida a los policías? ¿dónde están las autoridades que tienen responsabilidad de velar por los policías?. Llegará un punto en el que nadie quiera ser policía porque no se les garantiza recursos ni equipos… ni justicia.

Porque la violencia es también un problema de los tribunales porque si el funcionario hace el procedimiento tal y cómo lo indica la ley, y por el contrario el tribunal no hace su trabajo ¿de quién es la culpa?. Nosotros en Miranda presentamos a todos los detenidos a las autoridades competentes y resulta que, por ejemplo en el 2013, el 66% de los detenidos salieron a las calles otra vez. Entonces, ¿la culpa es de los funcionarios policiales?. No, la culpa es de esos jueces y fiscales que no hacen lo que tienen que hacer.


A los funcionarios policiales deshonestos que les caiga todo el peso de la ley y al honesto hay que defenderlo, porque son cada vez menos los que quieren ser policías. Pero también hay que depurar al sistema judicial porque ¿quién castiga el delito de esos jueces que hasta tienen tarifas para sacar a los culpables de las cárceles?, y es que ahora para ser juez basta con ser de un partido político.

Por eso, insisto: si usted convoca al país a resolver el problema de la violencia, tiene que convocar a todos los responsables de los poderes del Estado, en la reunión de Miraflores faltaban los representantes de los tribunales y la fiscalía.

policia16Y, por supuesto, para que esta situación cambie debemos fortalecer la educación, por eso en Miranda seguimos levantándola como nuestra bandera. Porque cuando usted abre una escuela asegura el futuro de los niños de esa comunidad. Los niños que van a la escuela y reciben apoyo para su educación, tienen garantizado su futuro. Lo que garantiza que nuestros niños no se vayan por el mal camino es la educación.

Debemos sumar, no restar, para que esto cambie. Porque para lograr las soluciones que queremos todos los venezolanos se hace imperativo escuchar y en estos últimos 15 años hemos venido escuchando una sola voz, pero desde hace unas semanas nos hemos encontrado con la posibilidad de dialogar entre todos y hemos comenzado a entender que sólo trabajando juntos podemos mejorar las cosas. Y es que lo peor que se puede hacer es meter el problema de la violencia en el debate partidista. La división de las ideas políticas pueden discutirse en otro lado, pero cuando se trata de la seguridad de los venezolanos debemos unirnos a todos.

Por eso, ayer sábado mantuvimos una reunión de trabajo con el ministro del Interior, Justicia y Paz junto a todos los alcaldes de nuestro estado, los que piensan de una manera y los que piensan de otra, porque todos somos bolivarianos, todos nacimos en la tierra de Bolívar y todos merecemos políticas que nos permitan vivir tranquilos y en paz, y eso pasa por escucharnos.

Quisiera poder hablarles sobre los resultados de esta reunión, pero para el momento en que escribo estas líneas aún no se ha dado. Sin embargo, estoy seguro de que si nos sentamos todos sin prejuicios y sin complejos lograremos avanzar. No podemos resignarnos a vivir con la inseguridad, no nos tenemos que acostumbrar a vivir con esta violencia desatada en el país.

Debemos crear un diálogo permanente y aceptar todos los puntos de vista y todas las opiniones , pero hay una sola cosa que es inaceptable: la mentira. Por eso debemos actuar de manera reflexiva y juntos asumir que lo que está en juego es el futuro de Venezuela.

Mientras tengamos vida, luchemos para defender la vida, con honestidad y dignidad. ¡Que Dios los bendiga!

viernes, 17 de enero de 2014

El tiempo dirá

El miedo es una emoción paralizante y estoy negado a la idea de pensar que los venezolanos hemos aceptado vivir con miedo, que somos espectadores resignados, meros receptores de ese miedo.

El pasado 7 de enero amanecimos conmocionados por la muerte de una venezolana que tuvo la virtud de entrar en los corazones de todas las familias de nuestro país. Mónica Spear y su esposo le pusieron nombre y apellido a la situación que viven miles de madres, hermanos, esposas e hijos que han perdido a sus seres queridos producto de la violencia. Ese 7 de enero se le vio la cara a la enorme crisis ética, de valores morales y derechos humanos, que tenemos en el país. Sólo el año pasado fueron asesinadas 25.000 personas. La situación de inseguridad y violencia en nuestra Venezuela se ha convertido en una emergencia.


Por eso, este miércoles participamos en una reunión convocada por el gobierno en el Palacio de Miraflores entre gobernadores, alcaldes y el gobierno nacional, para tratar un tema que es sensible a todos los venezolanos. Nosotros fuimos con la mayor transparencia y con el gran deseo de que este acercamiento sirva para darle seguridad a nuestro pueblo, porque ese es el objetivo que nos quita el sueño. Y sólo el tiempo dirá si la reunión traerá soluciones al problema de la inseguridad o quedará en un simple show de televisión.

De nuestra parte siempre estaremos abiertos a dialogar y a trabajar con quien sea e ir a donde sea para lograr darle seguridad a nuestro país. Nadie es ajeno a la violencia que estamos viviendo en Venezuela en este momento. Cuando ocurre un acto delictivo quien incurre en él no pregunta si eres de un partido u otro, si piensas de una manera u otra, y tampoco distingue entre si tienes plata o no, pues nuestro pueblo más humilde padece tanto o más que quienes tienen recursos.

Ahora bien, nosotros no negociamos ni nos vamos a prestar para que el gobierno convocando reuniones se lave las manos con este problema grave de inseguridad y violencia que tenemos en el país. El gobierno tiene que asumir su responsabilidad y dar respuestas. Porque no es cierto que el pueblo tiene responsabilidad en este problema, ciertamente como sociedad debemos tener conciencia de paz y actuar pacíficamente por el bienestar de todos, pero el responsable de garantizarle la seguridad a nuestro pueblo es el gobierno.

Porque si Maduro llama a una reunión en la que se convoca a gobernadores y alcaldes para tratar un problema tan delicado como la seguridad de nuestro país, y luego se marcha para un acto de celebración del aniversario la revolución cubana, en vez de quedarse escuchando lo que las autoridades regionales y municipales convocadas tenían que decir sobre el tema, demuestra el nivel de importancia que le da.

Si el problema les pasó por encima, entonces tendrá que venir otro gobierno a solucionarlo. Deben sincerarse, porque este problema se le desbordó al gobierno.

Este gobierno lleva 15 años en el poder y más de 20 planes para combatir la inseguridad que han fracasado. Las cárceles están llenas de jóvenes, que cuando inició este gobierno apenas eran unos niños. No pueden seguir buscando culpables en las sombras del pasado, ni en los partidos políticos, ni en los medios de comunicación que informan lo que está sucediendo, porque este es un problema de este gobierno. Se requieren hechos inmediatos y no un show de televisión para dar sensación que se está haciendo lago.

Nosotros, desde que iniciamos la gestión, hemos hablado de la importancia de fortalecer la educación para combatir la inseguridad, porque es la educación el escudo contra la pobreza, es la educación el camino para que nuestros niños de hoy tengan la formación necesaria que les permita tener un futuro mejor, de progreso, alejado de la delincuencia.

Por esa razón, yo me pregunto: ¿dónde estaba la ministra de educación el día miércoles? Ella debió estar allí. Esa reunión debió haber estado presidida no sólo por el Ministro de Interior y Justicia, sino por representantes de otras instancias como el Tribunal Supremo, la Fiscalía y el del Sistema Penitenciario, quienes también tienen responsabilidad en la solución del problema.

La inseguridad en Venezuela es una responsabilidad de todos. Nosotros tenemos toda la disposición pero nosotros somos uno, frente a todo el poder que tiene el estado. El gobierno tiene que asumir su responsabilidad, porque sólo con retórica no se resolverá  el problema. Hace falta tener la voluntad política.

Por eso, tenemos que dejar de lado las profundas diferencias que tenemos y unirnos como un solo bloque. Nosotros no tenemos prejuicios ni complejos y podemos sentarnos a dialogar con toda la transparencia, porque lo que realmente nos interesa es garantizar la seguridad de nuestro pueblo de Miranda y de todas Venezuela.

No tiene sentido que el problema de la inseguridad nos divida en medio de críticas de si estuvo bien ir o no la reunión. Antes de ser convocada yo le propuse a Maduro hacer a un lado las profundas diferencias que nos separan para encontrarle solución a un problema que ha enlutado a muchas familias venezolanas. Yo acepto todas las críticas que nos hagan, pero les digo algo: las criticas sin propuestas no son válidas.

He tenido la oportunidad de recorrer el país palmo a palmo y me resisto a creer que el miedo y la zozobra como política de Estado es lo que queremos para nuestro futuro. Venezuela está viviendo en una cultura de guerra y cada uno de nosotros debe prepararse para el diálogo, la comprensión y la conciliación, en lugar de imponer la violencia.

Entendamos que cuando se trata de vidas humanas, que es lo más valioso, no podemos ser mezquinos, aquí todos debemos tener un mismo norte para hacerle frente a la violencia. Espero que este suceso sirva para que el país entre en un profundo proceso de reflexión, por el bien y la tranquilidad de todos los venezolanos. Yo no pierdo la esperanza. Yo soy venezolano.