El “Hecho en Venezuela” fue alguna vez un lema que gozó de cierta
popularidad, que se escuchó bastante, y que resultó acompañado de un
incremento en la producción nacional.
Tiene que ver mucho con la autoestima ciudadana, con el arraigo del
gentilicio y con el sentido de pertenencia, el conseguir materializar
este tipo de meta. El venezolano que vea cómo sus manos fabrican un
producto que llegará a los estantes de venta para que lo disfruten los
consumidores, vive una experiencia indiscutiblemente enriquecedora.
En el momento
actual, cuando se ha incrementado la importación de los más diversos
productos y ha mermado lo producido en nuestro suelo, toca preguntarse
si no será el momento de replantear esta estimulante premisa.
A pesar de que la economía parece moverse en dirección contraria, la
inventiva del venezolano sigue buscando alternativas de subsistencia a
través de subsanar necesidades del mercado con iniciativa local.
En una nota de prensa recientemente emitida por el Seniat, se señala
la realización de una encuesta a sectores productivos de la economía
nacional, con la cual “se está conformando una base de información que
permitirá al Ejecutivo Nacional buscar soluciones a los nudos críticos
que presentan los empresarios, entre los que se han identificado
problemas con la materia prima y financiamiento, entre otros. La
intención es detectar las debilidades para establecer mecanismos de
mejoras.”
El comunicado agrega que “La idea es crear una metodología que conduzca a resolver los problemas del sector, que involucre un trabajo conjunto y un compromiso por parte del empresario y del Gobierno, con
el objeto de aumentar la capacidad productiva de nuestro país.”
Sin duda, hay otras causas críticas, como el control de cambio que
crea un cuello de botella en cuanto a la disponibilidad de recursos y el
hecho de que el ejecutivo nacional compre fuera de Venezuela para
abastecer las diversas cadenas de comercialización de productos de las
cuales se ha hecho en los últimos años.
Mientras desde el gobierno se realiza este diagnóstico, hay numerosos
venezolanos produciendo en el país, con limitaciones pero con ingenio,
que son merecedores de todo el apoyo, tanto de la administración pública
como de los consumidores nacionales, con el fin de crear un círculo
virtuoso que recompense con compras de tales productos el esfuerzo
realizado, y que así esta gente trabajadora disponga de recursos para
seguir invirtiendo en líneas de producción nacionales.
En nota de prensa emitida por el Ministerio del Poder Popular para la
Agricultura y Tierras, se afirma que “para lograr incrementar en 45% la
producción de carne y 50% la producción de leche, el Gobierno
Bolivariano tiene previsto cumplir cabalmente el Plan de la Patria
2013-2019, estableciendo acuerdos con las fuerzas productivas del país,
bien sea pequeños o grandes productores tomando en consideración cada
aporte que permita garantizar la producción nacional.”
Y esta es sin duda la piedra angular
para materializar tal propósito: el acuerdo. Existen individualidades,
tanto en el gobierno como en los sectores productivos, dispuestos a
dialogar por el bien de los venezolanos. Esperemos que esta intención se
materialice, uy que no lo haga solamente como un saludo a la bandera;
sino como el inicio de hechos concretos que aporten al progreso del
país. Los productores son quienes mejor conocen sus respectivas
realidades y por ello es necesario escucharlos.
Fuente: GUAYOYO EN LETRAS : ow.ly/xLQ5K
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