lunes, 9 de junio de 2014

Hecho en Venezuela, por David Uzcátegui

El “Hecho en Venezuela” fue alguna vez un lema que gozó de cierta popularidad, que se escuchó bastante, y que resultó acompañado de un incremento en la producción nacional.

Tiene que ver mucho con la autoestima ciudadana, con el arraigo del gentilicio y con el sentido de pertenencia, el conseguir materializar este tipo de meta. El venezolano que vea cómo sus manos fabrican un producto que llegará a los estantes de venta para que lo disfruten los consumidores, vive una experiencia indiscutiblemente enriquecedora.

En el momento actual, cuando se ha incrementado la importación de los más diversos productos y ha mermado lo producido en nuestro suelo, toca preguntarse si no será el momento de replantear esta estimulante premisa.

A pesar de que la economía parece moverse en dirección contraria, la inventiva del venezolano sigue buscando alternativas de subsistencia a través de subsanar necesidades del mercado con iniciativa local.

En una nota de prensa recientemente emitida por el Seniat, se señala la realización de una encuesta a sectores productivos de la economía nacional, con la cual “se está conformando una base de información que permitirá al Ejecutivo Nacional buscar soluciones a los nudos críticos que presentan los empresarios, entre los que se han identificado problemas con la materia prima y financiamiento, entre otros. La intención es detectar las debilidades para establecer mecanismos de mejoras.”

El comunicado agrega que “La idea es crear una metodología que conduzca a resolver los problemas del sector, que involucre un trabajo conjunto y un compromiso por parte del empresario y del Gobierno, con el objeto de aumentar la capacidad productiva de nuestro país.”

Sin duda, hay otras causas críticas, como el control de cambio que crea un cuello de botella en cuanto a la disponibilidad de recursos y el hecho de que el ejecutivo nacional compre fuera de Venezuela para abastecer las diversas cadenas de comercialización de productos de las cuales se ha hecho en los últimos años.

Mientras desde el gobierno se realiza este diagnóstico, hay numerosos venezolanos produciendo en el país, con limitaciones pero con ingenio, que son merecedores de todo el apoyo, tanto de la administración pública como de los consumidores nacionales, con el fin de crear un círculo virtuoso que recompense con compras de tales productos el esfuerzo realizado, y que así esta gente trabajadora disponga de recursos para seguir invirtiendo en líneas de producción nacionales.

En nota de prensa emitida por el Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras, se afirma que “para lograr incrementar en 45% la producción de carne y 50% la producción de leche, el Gobierno Bolivariano tiene previsto cumplir cabalmente el Plan de la Patria 2013-2019, estableciendo acuerdos con las fuerzas productivas del país, bien sea pequeños o grandes productores tomando en consideración cada aporte que permita garantizar la producción nacional.”

Y esta es sin duda la piedra angular para materializar tal propósito: el acuerdo. Existen individualidades, tanto en el gobierno como en los sectores productivos, dispuestos a dialogar por el bien de los venezolanos. Esperemos que esta intención se materialice, uy que no lo haga solamente como un saludo a la bandera; sino como el inicio de hechos concretos que aporten al progreso del país. Los productores son quienes mejor conocen sus respectivas realidades y por ello es necesario escucharlos.

Fuente: GUAYOYO EN LETRAS : ow.ly/xLQ5K

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