lunes, 15 de septiembre de 2014

¿Despedimos a El Impulso?

Por David Uzcátegui
Secretario Nacional de Asuntos Municipales Primero Justicia

@DavidUzcategui

Los venezolanos asistimos por estos días con desconcierto, al anunciado cese temporal de actividades del centenario periódico larense El Impulso. Se trata de uno de los decanos de nuestros medios de comunicación, con 110 años de vida.

Es otro más entre esos símbolos de la venezolanidad, que para varias generaciones ha estado siempre allí y que suponemos siempre va a estar a la mano, para reafirmarnos la pertenencia al país.

¿Por qué, de pronto, nos enfrentamos a la amenaza de que no esté más? Al parecer, el diario sucumbirá al cuello de botella en el cual se ha convertido la búsqueda de dólares en nuestro país.

El complejo asunto del control cambiario se le ha ido de las manos al gobierno, las modificaciones al respecto han sido epidérmicas y no van al fondo de las complicaciones. Mientras se pierde tiempo, la situación se complica cada vez más y obviamente cada vez será más difícil solucionarla.

Es un asunto que afecta a prácticamente todos los ámbitos de la vida nacional, haciéndose particularmente difícil en los sectores salud y alimentos, dado lo prioritarios que son estos ramos para la vida de los venezolanos.

Queda aún por aclarar si se trata de decisiones con motivaciones políticas o si, ciertamente el asunto de los dólares se le ha salido de control a quienes gobiernan.

Volviendo al trance que atraviesa el rotativo larense, hay antecedentes de la discrecionalidad con la que gobiernos venezolanos anteriores otorgaron –o negaron- dólares a medios de comunicación, en controles de cambio previos.

La discrecionalidad para distribuir el papel periódico con fines políticos se hace especialmente notable cuando voceros oficialistas anuncian el lanzamiento de dos periódicos gubernamentales, para quienes sí hay papel periódico suficiente, por lo cual no se trata de la falta del mismo, sino de la distribución con criterios sesgados.

Ante las reiteradas quejas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, por los numerosos puestos de trabajo que están en riesgo, el gobierno respondió con la creación de la “Corporación Maneiro”, único ente encargado en el país de importar papel periódico. De esta manera, queda clara la responsabilidad de quiénes son los encargados de distribuir esta materia prima en el país.

En la actualidad, el gobierno posee cuatro periódicos: Correo del Orinoco, Ciudad Caracas, Ciudad Valencia y Ciudad Petare. Además, financian unos 215 periódicos comunitarios. Ahora anuncia Los Mazazos de Diosdado y El Diario del PSUV.

Mientras tanto, los diarios La Nación, Diario de Los Andes y Correo del Caroní informan que sólo circularán de lunes a viernes y el diario El Impulso afirma que tiene papel hasta el 15 de septiembre.

Hace más de un año explotó la crisis de papel que amenaza directamente la circulación de los 100 diarios que se publican en Venezuela. A pesar de las tímidas respuestas del ejecutivo y los sacrificios de los propios medios, éstos han logrado sobrevivir en condiciones precarias.

Quizá la mayor dificultad que enfrentan los gobernantes para demostrar su talante democrático, sea el hacerlo patente mediante la convivencia con medios de comunicación que les son críticos; pero que también son necesarios para mantener el delicado equilibrio de la democracia. Es difícil no ceder a las herramientas de coacción que pueden estar a la mano, pero es un ejercicio que hay que hacer.

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