Si algo nos quedó claro a los venezolanos
esta semana con el supuesto “sacudón”, es que el gobierno no tiene la
más mínima intención ni interés de sacar a nuestro país de la profunda
crisis económica, social y política que generó. Nuevamente la obsesión
de un grupo por mantenerse en el poder privó sobre el derecho que tiene nuestro pueblo a vivir en un país de justicia, oportunidades y progreso.
Después de tanto cacareo, alharaca y propaganda oficial a través de
los medios que controla el gobierno, muchos esperaban que se hablara de
las soluciones, que se informara y explicara al país las medidas para
disminuir la inflación, generar empleo, activar la producción nacional,
llenar los anaqueles de productos Hecho en Venezuela y cómo se haría
para recuperar el poder adquisitivo de nuestro pueblo.
No se habló de inseguridad, ni de la escasez de medicamentos, ni del
drama por el que pasan nuestros enfermos y sus familias porque en los
hospitales no hay ni curitas. Tampoco se dijeron las cifras de inflación
de los meses de junio, julio y agosto. ¿Por qué no aprovechó que se
estaba en cadena nacional de radio y televisión y se anunciaron? ¿Será
que piensan que ocultando las cosas, la gente no las siente? Se
equivocan. Todos los venezolanos sienten la inflación cada vez que van
al mercado, que tienen que comprar un repuesto o un medicamento.
Luego de tres largas y tediosas horas, en lo que más bien pareció una
convención de enchufados, donde no hubo las más mínima señal de
rectificación, al pueblo le quedó claro que el sacudón fue para intentar
salvaguardar el vidrioso equilibrio entre las corrientes del Psuv que
se disputan el poder. El sacudón fue para crear seis vicepresidencias,
fusionar algunos ministerios, rotar la ineficiencia de algunos
funcionarios ya rancios en el gabinete gubernamental y para ratificar
algunas gestiones fracasadas.
Más de lo mismo. ¿Cuándo entenderán que el problema no es de forma sino de fondo?
Que el problema es el modelo económico corrupto y ni la corrupción ni
la crisis se resuelve con un reajuste burocrático. Aquí la realidad es
que nuestra Venezuela se le fue de las manos a este gobierno. El país se
cae a pedazos. Todos los días retrocede más y no tienen un plan para
evitarlo. Nuevamente engañaron a los venezolanos y demostraron que son
incapaces de tomar decisiones serias y pertinentes para afrontar la
realidad del país.
Para ver esa realidad basta acercarse de manera sorpresa a un Mercal, a un hospital
o a cualquier comunidad de nuestra Venezuela, pero el detalle es que no
salen del palacio. Pedirles que hagan algo distinto a un show
televisado desde el palacio es imposible. No toman las medidas que deben
tomar, pero ya mandaron a publicar la nueva lista de precios de algunos
productos como la leche, la harina y el aceite de maíz, el champú, los
pañales, el papel higiénico, entre otros.
La gran incógnita es por qué esa lista de precios
no es anunciada por algún vocero oficial en cadena nacional. Por qué no
le dan la cara a nuestro pueblo. Son expertos en destruir y dividir a
los venezolanos.
No les importa la destrucción de nuestros valores más sagrados, pero
como a nosotros sí nos preocupa y nos importa la situación del país y
nuestro pueblo, no dejaremos de trabajar ni un minuto hasta cambiar, de
manera pacífica, electoral y constitucional, ese modelo por uno que
enrumbe definitivamente a nuestra Venezuela por el camino del progreso y
el futuro.
Con ese objetivo, sin quitar la mirada
de esa meta, nos mantendremos en las distintas comunidades, al lado de
nuestro pueblo, trabajando en la organización de esas comunidades,
promoviendo un cambio de abajo hacia arriba, como siempre lo hemos
hecho. Sabemos que hay mucho descontento, pero tenemos que articularlo y
canalizarlo, porque más temprano que tarde la crisis desencadenará en
una consulta y la decisión es de todos los venezolanos. No es un
secreto, así los del gobierno no quieran asumirlo, que la crisis
económica y social profundiza la crisis política. El país está sumamente
inestable y vendrá un proceso electoral, que permita resolver pacífica y
constitucionalmente la crisis.
Cada vez estamos más cerca
de ese día en el que juntos materializaremos el verdadero CAMBIO para
que en nuestra Venezuela baje la inflación, se active la producción
nacional, para que generemos confianza, venga la inversión y creemos
empleo. Nada de esto lo puede hacer ya Nicolás y su gobierno fracasado.
Ellos no tienen la voluntad para generar los cambios que el país
reclama. Nosotros sí tenemos el proyecto, la voluntad, el compromiso y,
lo más importante, la fuerza de un pueblo que unido nada lo detiene.
¡Que Dios bendiga a nuestra Venezuela!
FUENTE: http://blog.henriquecaprilesradonski.com/2014/09/07/convencion-de-enchufados/
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