Con la mentira, el chantaje y la manipulación es imposible salir de la crisis y construir una Venezuela de oportunidades y progreso para todos por igual. De eso conversaba, justamente, con un agricultor de tubérculos de Nueva Cúa, en nuestro municipio Urdaneta de Valles del Tuy, quien se lamentaba de que los recursos provenientes de la renta petrolera nunca hayan llegado a la pequeña comunidad donde vive y trabaja la tierra.
Él se llama Carlos y lo conocí hace días en una asamblea agrícola que hicimos en el sector Palmira, a donde fuimos para buscar junto a esa comunidad las mejores soluciones a sus problemas. Allí nos decía que la mayor mentira que han repetido una y otra vez los del gobierno, es aseverar que los dólares son del pueblo. “Si los dólares realmente fueran del pueblo, en Palmira, al igual que en todas las comunidades agrícolas de nuestro país, los recursos de la renta petrolera hubiesen llegado”, aseguró Carlos, quien cuestionó que este gobierno despilfarrara la bonanza petrolera más grande de nuestra historia.
Nada más cierto que esa reflexión que compartió Carlos con sus vecinos y con nosotros. Se trata de más de 800.000 millones de dólares que ingresaron a nuestro país, en los últimos años, que nadie sabe a dónde fueron a parar. Si esos recursos los hubiesen distribuido e invertido en obras de infraestructura social y en proyectos para el progreso, productores, como Carlos, contarían con vías asfaltadas y sin huecos. No pasarían tanto trabajo buscando fertilizantes e insumos para trabajar la tierra. Contarían con transporte para poder sacar la cosecha al mercado para venderla. En fin, tendrían el apoyo moral y económico del gobierno.
Apoyo que este tuyero confesó no tener. Si lo tuviera, no tendría que botar la cosecha, como muchas veces le ha tocado, porque no cuenta con los medios para sacar la pequeña producción de ñame de su comunidad. Y todavía este gobierno tiene el descaro de decir que los dólares son del pueblo, cuando lo que hicieron fue robarse los dólares de los venezolanos.
Por eso invierten tantos recursos en propaganda chimba con la que además de intentar manipular al pueblo, tratan de justificar lo injustificable. Mientras más recursos dediquen al show politiquero y menos a resolver las causas de las distorsiones, más intensifican la crisis.
Siguen sin explicar a los venezolanos qué hicieron con esos 800.000 millones de dólares. ¿A manos de quién o quiénes fueron a parar? ¿Por qué sigue sin haber un solo detenido por los más de 25.000 millones de dólares que se robaron de Cadivi?
Por cierto, esta semana los venezolanos nos enteramos dónde están 14.000 de esos 25.000 millones de dólares que se robaron de Cadivi. ¿O será que esos 14 mil millones, que fueron depositados de forma irregular en un banco en Suiza, hay que sumárselos a esos 25.000 millones? Si tienen esos “realitos” en Suiza, cuántos tendrán en otros paraísos fiscales. Así son, un gobierno que mete los “dólares del pueblo” en bancos suizos y no le explica a los venezolanos las razones, ni qué harán con ese dinero.
Esta semana también, el gobierno anunció al país la devaluación más grande de nuestra historia. Siguen sin buscar soluciones a la crisis económica, lo que sí hacen es tratar de evitar, a toda costa, que la crisis política siga intensificándose. No les importa que el índice de escasez esté casi en 40%, que la inflación de nuestra Venezuela sea la más alta del mundo (casi 70%) y que el Producto Interno Bruto (PIB) haya caído 4%.
A ellos lo único que les importa es garantizar dólares a 6.30 al grupo de enchufados. Al final, nuestra nación tiene el mismo control de cambio que garantiza dólares para la corrupción, para el mercado negro y para fomentar la escasez. No es verdad que esa tasa de cambio es para “proteger” los dólares del pueblo, con los que se le garantizaría sus alimentos y medicinas. Si fuera así no hubiese escasez. Esos anuncios en nada cambian la situación de más inflación y escasez. ¿Por qué? Porque el problema en nuestro país es el modelo.
Un modelo que se dedicó a poner obstáculos a agricultores. Un modelo que se empeñó en destruir la producción nacional, como bien lo dijo Carlos, y a ahuyentar y perseguir el esfuerzo privado. Con el modelo que insiste en aplicar este gobierno, los venezolanos no podrán caminar tranquilos hacia el progreso, por eso debemos unirnos para impulsar el cambio, porque lo que no sirve hay que cambiarlo y este gobierno hace rato que perdió la conexión con la realidad y dejó de importarle el pueblo.
Carlos y sus vecinos lo entendieron. Solo una comunidad unida avanza y esa es la reflexión que hoy queremos dejarles Carlos y yo: sobran razones para unirnos. Ese es el camino para que, de una vez por todas, abramos las puertas al futuro. Por Carlos, por los cientos de agricultores de nuestro país y por los 30 millones de venezolanos, seguiremos trabajando a diario hasta lograr un cambio. No nos cansaremos de decirlo y buscarlo, nuestra Venezuela está destinada a algo grande.
¡Que Dios bendiga a nuestro pueblo!
FUENTE: http://blog.henriquecaprilesradonski.com/2015/02/15/donde-estan-los-dolares-del-pueblo/
No hay comentarios:
Publicar un comentario