Nuevamente la turbulenta
situación venezolana merece ocupar titulares en la prensa internacional, tras
una jornada que abrió el proceso para la suspensión del país en la Organización
de Estados Americanos.
Algunos medios de comunicación
han calificado de “histórico” este hecho, y sin duda lo es, más allá de las
posiciones que se puedan adoptar respecto al mismo.
En esta cuadragésimo octava
Asamblea General ordinaria, celebrada en Washington D.C., 19 países aprobaron
la suspensión, mientras que cuatro votaron en contra y 11 se abstuvieron.
Cabe adelantar que la medida no
será automática, al no haber alcanzado una mayoría de dos terceras partes o 24
votos, por lo que se someterá a una nueva votación en la Asamblea General
Extraordinaria.
El texto del acuerdo fue
promovido por Estados Unidos y presentado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile,
México y Perú, con el patrocinio de Costa Rica, Guatemala y Paraguay.
No es la primera vez que Estados
Unidos hace esta petición. Hace un mes lo solicitó el vicepresidente Mike Pence
en el mismo foro de la OEA. Pero con las palabras del secretario de Estado Mike
Pompeo, sí es la primera oportunidad en que la crisis venezolana alcanza la
agenda de la Asamblea General.
Entre los alegatos de Pompeo,
destaca el haber subrayado lo que él considera como “el agotamiento de las
opciones para el diálogo bajo las condiciones actuales”.
Lo cierto es que este hecho
demuestra ante el mundo que la situación venezolana ha llegado a tal nivel de
gravedad que amerita que un organismo hemisférico de semejante talla ponga sus
ojos sobre nosotros y lo haga a tan alto nivel.
Cabe recordar que el actual
gobierno de Venezuela ya había pedido el retiro voluntario del país de la OEA,
después de que en 2017 el Consejo Permanente convocara a los cancilleres de sus
países miembros para abordar la crisis del país, a propósito de las protestas
opositoras que sucedieron en aquellos días. Se convirtió así en el primer
integrante de la organización en hacer esta petición en toda la historia del
ente.
Sin embargo, como es conocido de
muchos, este no es un proceso sencillo y toma tiempo. Amén de ser la primera
oportunidad en la que una petición de este tipo es elevada ante el organismo.
Por ello, no podría concretarse antes de 2019 y se entra en una polémica a
partir de este momento, ya que la suspensión en la Asamblea General podría
llegar antes de concretarse el retiro voluntario de Venezuela.
Desde aquel momento, ha crecido
el número de naciones que no ve con buenos ojos lo que está sucediendo en
nuestro país. Por ello, la situación es radicalmente diferente y se puede
esperar un desenlace distinto a cuanto ha acontecido hasta ahora en el seno de
se organismo cuando de la situación nacional se trata.
Los elementos que están haciendo
peso en el momento actual, son los cuestionamientos internacionales al más
reciente proceso electoral y los constantes enfrentamientos entre la Asamblea
Nacional y el Ejecutivo, en los cuales el último reitera su desconocimiento a
un poder Legislativo electo masiva y transparentemente, que representa la
pluralidad del pensamiento político venezolano.
De la situación económica
nacional también se ha hecho eco este foro continental. Los crecientes niveles
de los precios, así como la dificultad de los venezolanos para conseguir
insumos que son necesarios en la vida diaria, han llamado la atención de nuestros
vecinos del continente.
A ello se suma la constante
salida de compatriotas hacia otras naciones cercanas, hecho que no puede pasar
por debajo de la mesa, ya que son unos cuantos los países que están sintiendo
dentro de sus mismas fronteras las adversidades de nuestro gentilicio. Las
conocen de primera mano por boca de sus protagonistas y afortunadamente se
solidarizan con ellas.
Es muy lamentable que la ropa
sucia no se haya podido lavar en casa. Quienes hoy condenan el revuelo
internacional que se ha formado en torno a la situación venezolana, deberían
ver un poco hacia atrás y ver cuántas oportunidades de resolver nuestros
problemas internamente, se perdieron.
Recordemos que, entre los motivos
de Pompeo para elevar la situación venezolana al nivel de la Asamblea General
del Foro, se encuentra justamente el hecho de que los intentos de diálogo
nacional siempre han resultado más que frustrantes e ineficaces para atajar los
padecimientos de la gente.
Obviamente, estos problemas no
harían sino incrementarse de cara a la inacción de quienes hoy ostentan el
poder. No había que ser adivino ni profeta para predecir que los dramáticos
niveles de los acontecimientos venezolanos afectarían a la región completa más
temprano que tarde, y por eso hoy se han convertido en un asunto que clama por
la atención de la OEA. Desde nuestro punto de vista, no hay sorpresa alguna.
David Uzcátegui
Twitter: @DavidUzcategui
Instagram: DUzcategui
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