viernes, 8 de junio de 2018

“Venezuela y OEA”


Nuevamente la turbulenta situación venezolana merece ocupar titulares en la prensa internacional, tras una jornada que abrió el proceso para la suspensión del país en la Organización de Estados Americanos.

Algunos medios de comunicación han calificado de “histórico” este hecho, y sin duda lo es, más allá de las posiciones que se puedan adoptar respecto al mismo.

En esta cuadragésimo octava Asamblea General ordinaria, celebrada en Washington D.C., 19 países aprobaron la suspensión, mientras que cuatro votaron en contra y 11 se abstuvieron.

Cabe adelantar que la medida no será automática, al no haber alcanzado una mayoría de dos terceras partes o 24 votos, por lo que se someterá a una nueva votación en la Asamblea General Extraordinaria.

El texto del acuerdo fue promovido por Estados Unidos y presentado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, México y Perú, con el patrocinio de Costa Rica, Guatemala y Paraguay.

No es la primera vez que Estados Unidos hace esta petición. Hace un mes lo solicitó el vicepresidente Mike Pence en el mismo foro de la OEA. Pero con las palabras del secretario de Estado Mike Pompeo, sí es la primera oportunidad en que la crisis venezolana alcanza la agenda de la Asamblea General.

Entre los alegatos de Pompeo, destaca el haber subrayado lo que él considera como “el agotamiento de las opciones para el diálogo bajo las condiciones actuales”.

Lo cierto es que este hecho demuestra ante el mundo que la situación venezolana ha llegado a tal nivel de gravedad que amerita que un organismo hemisférico de semejante talla ponga sus ojos sobre nosotros y lo haga a tan alto nivel.

Cabe recordar que el actual gobierno de Venezuela ya había pedido el retiro voluntario del país de la OEA, después de que en 2017 el Consejo Permanente convocara a los cancilleres de sus países miembros para abordar la crisis del país, a propósito de las protestas opositoras que sucedieron en aquellos días. Se convirtió así en el primer integrante de la organización en hacer esta petición en toda la historia del ente.

Sin embargo, como es conocido de muchos, este no es un proceso sencillo y toma tiempo. Amén de ser la primera oportunidad en la que una petición de este tipo es elevada ante el organismo. Por ello, no podría concretarse antes de 2019 y se entra en una polémica a partir de este momento, ya que la suspensión en la Asamblea General podría llegar antes de concretarse el retiro voluntario de Venezuela.

Desde aquel momento, ha crecido el número de naciones que no ve con buenos ojos lo que está sucediendo en nuestro país. Por ello, la situación es radicalmente diferente y se puede esperar un desenlace distinto a cuanto ha acontecido hasta ahora en el seno de se organismo cuando de la situación nacional se trata.

Los elementos que están haciendo peso en el momento actual, son los cuestionamientos internacionales al más reciente proceso electoral y los constantes enfrentamientos entre la Asamblea Nacional y el Ejecutivo, en los cuales el último reitera su desconocimiento a un poder Legislativo electo masiva y transparentemente, que representa la pluralidad del pensamiento político venezolano.
De la situación económica nacional también se ha hecho eco este foro continental. Los crecientes niveles de los precios, así como la dificultad de los venezolanos para conseguir insumos que son necesarios en la vida diaria, han llamado la atención de nuestros vecinos del continente.

A ello se suma la constante salida de compatriotas hacia otras naciones cercanas, hecho que no puede pasar por debajo de la mesa, ya que son unos cuantos los países que están sintiendo dentro de sus mismas fronteras las adversidades de nuestro gentilicio. Las conocen de primera mano por boca de sus protagonistas y afortunadamente se solidarizan con ellas.

Es muy lamentable que la ropa sucia no se haya podido lavar en casa. Quienes hoy condenan el revuelo internacional que se ha formado en torno a la situación venezolana, deberían ver un poco hacia atrás y ver cuántas oportunidades de resolver nuestros problemas internamente, se perdieron.

Recordemos que, entre los motivos de Pompeo para elevar la situación venezolana al nivel de la Asamblea General del Foro, se encuentra justamente el hecho de que los intentos de diálogo nacional siempre han resultado más que frustrantes e ineficaces para atajar los padecimientos de la gente.

Obviamente, estos problemas no harían sino incrementarse de cara a la inacción de quienes hoy ostentan el poder. No había que ser adivino ni profeta para predecir que los dramáticos niveles de los acontecimientos venezolanos afectarían a la región completa más temprano que tarde, y por eso hoy se han convertido en un asunto que clama por la atención de la OEA. Desde nuestro punto de vista, no hay sorpresa alguna.

David Uzcátegui
Twitter: @DavidUzcategui
Instagram: DUzcategui

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