El odio es tan peligroso que se lleva por delante al jardinero que lo siembra. Reflexión que hacemos, porque quienes promueven el rencor deberían tener en cuenta que no son inmunes a recibir los embates del resentimiento y la confrontación que llevan años promoviendo. Y no vengan ahora algunos a dárselas de víctimas o con la fábula de que están siendo amenazados. Ya los venezolanos saben quién es quién, porque conocen cómo los del gobierno actúan con tal de no salir del palacio.
Por mi parte, nuestro pueblo sabe que soy una persona profundamente católica, que no guarda rencor en su corazón. Eso lo aprendí de mi abuela, quien me enseñó que quien odia a otros se odia a sí mismo, porque, al final, forma parte de esa humanidad por la que siente animadversión. Nuestra Venezuela está cansada de tanta división. Por eso todos los días trabajamos por la unión de todos los venezolanos.
Quienes odian terminan autodestruyéndose. Eso hay que tenerlo claro. Por eso, no entendemos cómo quienes tienen la responsabilidad, en nuestra Venezuela, de llamar a la paz, a la unidad, y a la tranquilidad, alimentan la violencia a través de un discurso que descalifica, ofende, y con el que pretenden desviar la atención sobre la escasez de alimentos y medicinas, sobre la inflación, el alto costo de la vida y la crisis hospitalaria. Intentan tapar que el 85,6% de los venezolanos considera la situación del país negativa.
Basta con escuchar, unos segundos, a Nicolás y su combo de enchufados para ver la desconexión que tienen de los problemas que, día a día, sufre nuestro pueblo. De nada han servido, todos los recursos que han invertido y toda la maquinaria propagandística, porque 42,8% de los venezolanos considera que el principal responsable de esos problemas es, precisamente, Nicolás.
Esos mismos personajes han utilizado todos los medios con el único propósito de intentar tapar tanta ineptitud y mantenerse en el poder, pero nuestro pueblo no es tonto. Esas cifras que hoy compartimos con los venezolanos, son de Datanalisis, consultora a la que tanto admira y respeta Nicolás. Ese estudio reveló que 79% de los venezolanos considera que Nicolás no está preparado para enfrentar la crisis económica.
Este gobierno ha demostrado con cada una de sus acciones, una y otra vez, que no le importa la vida de nuestro pueblo. Esta semana vimos los resultados de una resolución del Ministro de la Defensa que, contradiciendo lo que expresa nuestra Constitución, autoriza el uso de armas de fuego, por parte de funcionarios de los cuerpos de seguridad, para controlar las manifestaciones genuinas de los venezolanos, que protestan por el desprecio del gobierno. Venezolanos que reclaman la solución a sus problemas y una Venezuela de progreso para todos por igual.
Es irrelevante si ese muchacho de 14 años protestaba o pasaba por el lugar donde perdió la vida, lo relevante es que ese adolescente fue asesinado por otro joven de 23 años. Un funcionario policial de tan solo 23 años accionó un arma que acabó con las ilusiones de una familia entera. Nuestra juventud ve sus sueños hundirse como resultado de un gobierno que promueve el odio.
El único responsable de este hecho es el gobierno que le dio a otro muchacho un arma sin educarlo, sin prepararlo, sin formarlo y sin advertirle la responsabilidad que significa portar un arma. Además del terrible hecho, están también las infelices e irresponsables declaraciones del propio Nicolás y de voceros de su nefasto gobierno, quienes dijeron que lo ocurrido esta semana en nuestro amado pueblo del Táchira, con Kluiverth Roa, es un hecho aislado.
¿Cuántos hechos aislados van en estos años? Nada más el año pasado, cayeron 25.000 venezolanos producto de la violencia. ¿Esos 25.000 homicidios también fueron hechos aislados? Nicolás y su gobierno tienen “manos de hierro” contra quienes protestan y manos de seda con la delincuencia. Los venezolanos queremos justicia, no venganza.
Los venezolanos estamos cansados de vivir momentos muy difíciles, momentos que nos han quitado el aliento y nos desvelan, que nos han generado frustración, impotencia, angustia, dolor y mucha tristeza. Esos momentos, precisamente, son los que tienen que llenarnos de fuerza para impulsar el cambio, pacífico, constitucional y democrático, para que comencemos a construir la Venezuela de paz, oportunidades y progreso que nos merecemos.
A nuestro amado pueblo de Venezuela, piense como piense, le pedimos que no pise el peine de la violencia, que a diario nos pone este gobierno, por más frustración e indignación que sintamos. Este gobierno ha sembrado mucho odio y nos toca unirnos para desmontarlo. No podemos permitir que nos desvíen del camino que está en la Constitución. Aquí la lucha no es de pueblo contra pueblo, sino del pueblo contra un gobierno que lo único que ha hecho es desmejorar la calidad de vida de 30.000.000 de venezolanos.
A este gobierno le quedó grande esta hermosa patria hija de Bolívar. Si este gobierno no sirve, si no sabe cómo resolver los problemas del país, debe venir otro que sí nos saque del caos donde este nos metió. Eso sí, ese cambio no se logra a través de atajos ni por arte de magia. Tengamos siempre presente que a un gobierno profundamente débil como el de Nicolás, le convienen los atajos.
Les pido, encarecidamente, que desmontemos el libreto macabro creado por quienes están en el poder. No permitamos que nada ni nadie nos desvíen de la meta, que es el cambio para darle solución a la crisis económica, política y social de nuestra Venezuela. Hay muchos problemas en el país que deben resolverse y juntos vamos a resolverlos. Sigamos trabajando para continuar sumando más voluntades a este proyecto de cambio que quiere futuro.
¡Que Dios bendiga a nuestro amado pueblo de Venezuela!
FUENTE: http://blog.henriquecaprilesradonski.com/2015/03/01/no-mas-odio/
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