martes, 26 de agosto de 2014

El petróleo no sembrado

 Por David Uzcátegui
@DavidUzcategui



 La bajada de los precios del petróleo en los últimos días, pone nuevamente sobre la mesa la sustentabilidad a futuro de una economía que, como la venezolana, se basa exclusivamente en la venta de este recurso natural no renovable.







En un momento así cabe preguntarse: ¿hemos ahorrado? ¿Hemos invertido? ¿Dónde está el usufructo de los años de mayores ingresos en la historia del país?

El 14 de julio de 1936 apareció en el diario Ahora un artículo firmado por el intelectual venezolano Arturo Uslar Pietri, titulado “Sembrar el petróleo”. Desde aquel momento, y hasta el sol de hoy, la frase ha calado hondamente en el inconsciente colectivo venezolano. Es un llamado a lo que debería hacerse con el principal recurso del país y hasta este momento no se ha hecho.

Un viejo pero certero principio de la economía, dice que no se pueden poner todos los huevos en la misma canasta. Esto es lo que, peligrosamente y cada vez más, ha hecho Venezuela. Apostar al petróleo como única fuente de sustento.

El actual gobierno alega que el petróleo ahora sí es del pueblo, dado que a través de PDVSA se han financiado diversos programas de asistencia  a la población. Una iniciativa necesaria y plausible; pero es apenas el comienzo de una tarea que aún continúa sin hacerse.

Visto que el petróleo es un recurso natural no renovable, el ingreso que genera no se debería gastar, sino invertir. Así de sencilla es la premisa.

No olvidemos también que el mundo se dirige a minimizar la dependencia del petróleo como fuente de energía. La realidad es que se encuentra en pocos lugares del mundo, su dificultad para extraerlo, procesarlo y transportarlo; así como el hecho de que muchas zonas donde se encuentra estén sujetas a inestabilidad política, se aúnan a lo contaminante de sus emisiones.

Por ello, no nos sirve de nada decir que tenemos petróleo para más de doscientos años. Probablemente mucho antes, -a más tardar en unos 30 años- sea ya un recurso obsoleto. Especialistas en el tema consideran que para el año 2030, en poco más de 15 años, la realidad será absolutamente diferente.

Venezuela ha caído una y otra vez en una resolución facilista de sus necesidades: si tenemos a mano tanta riqueza a través del petróleo, ¿para qué vamos a producir otra cosa?

Pues ya tenemos la respuesta. Aunque parezca que el petróleo va a producir mucho dinero para siempre, la realidad es que no será así. Esta riqueza depende de muchas variables que no son manejables; y más allá de la inestabilidad, apunta a su progresivo desplazamiento por otras fuentes de energía.

Ciertamente no es fácil; pero mientras más tiempo se postergue será más difícil. Y la razón es una: Venezuela crece en la dirección equivocada. Se otorga preferencia al rentismo y al gasto no reproductivo. Si cambiáramos de actitud hoy mismo sería un gran paso; pero aún tardaríamos años en poder consolidar esa otra forma alternativa de hacer sustentable al país.

Es el momento de ver hacia naciones como Noruega o Dubai, que descubrieron el petróleo mucho después que nosotros y han logrado levantar prósperas y diversificadas economías en entornos naturales francamente adversos.

Hemos perdido mucho tiempo y mucho dinero. Todo esto se le resta al bienestar de los venezolanos. Es posible aún aprovechar este recurso para sembrar bienestar sustentable, antes que su importancia disminuya. ¿Cuándo vamos a empezar?

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