Después de tanta expectativa generada entre los venezolanos, sobre
cuál sería el incremento del salario, finalmente la incógnita fue
despejada: 30% de ajuste para llegar a 4.251 bolívares. Un monto
insuficiente. Un aumento chucuto. Mientras en nuestra Venezuela no se
cambie el modelo económico castro-comunista, seguirá creciendo la
inflación, aumentando la escasez y destruyéndose el poder adquisitivo de
nuestros trabajadores y de todos los venezolanos.
Es lógica la inconformidad y el descontento de los trabajadores con
esta compensación del 30%, si tomamos como referencia que la inflación
general acumulada ronda el 60%, mientras que la de los alimentos se
ubica casi en 80%. También tendríamos que recordar que en nuestra
Venezuela, 35% de la fuerza trabajadora devenga salarios inferiores o
iguales al mínimo. Ello condena a unos 4.500.000 trabajadores a hacer
malabarismos, ya que sus ingresos son inferiores al costo de la canasta
alimentaria, que por cierto, se ubicó en el mes de marzo en 10 mil
bolívares. Hoy son necesarios 2,3 salarios mínimos para poder cubrirla.
Con un poco de suerte, para una familia en la que trabaje solo uno de
sus integrantes, el nuevo salario mínimo apenas garantiza la
subsistencia. Una subsistencia llena de restricciones y privaciones. Con
un ingreso tan bajo, es imposible pensar que hoy los venezolanos tengan
capacidad de ahorro o puedan crear un fondo para imprevistos. Ni hablar
del gran sueño de tener una vivienda propia, sueño que se esfuma a
diario entre las manos de los más pobres.
Hoy
los venezolanos sufren las consecuencias de un gobierno al que solo le
importa mantenerse en el poder. Para ellos, el desarrollo económico no
es una prioridad. Por eso se la pasan inventando maniobras para que los
venezolanos creamos que los culpables de la profunda crisis económica
que vivimos, es responsabilidad de otros y no de ellos. Y sí, en
Venezuela hay una guerra económica, pero de quienes hoy ocupan el
gobierno, en contra del bolsillo de todos los venezolanos.
Después de tantos años, ninguna de las promesas en materia económica
se cumplió. El poder adquisitivo de nuestro pueblo se desplomó al igual
que los empleos de calidad y el salario de los trabajadores. Nuestra
Venezuela está muy lejos de ser la potencia económica en la que
prometieron convertirla. Pese a la insistencia de quienes hoy están en
el gobierno de maquillar y distorsionar cifras, la realidad y la verdad
corren como pólvora por todos los rincones de nuestro país: el salario
no alcanza. Con ese salario mínimo no vive una familia.
En un país con cifras tan negativas, no puede hablarse de crecimiento
y de estabilidad. Un país donde no se invierte, no puede crecer. Un
país que no crece, no puede generar empleo. El modelo actual ha
desmotivado la inversión. Se estima que 6.213.000 de venezolanos no
cuentan con un empleo formal y más de 5.000.000 son trabajadores
informales. Es decir, que no cuentan con un empleo estable, ni con los
beneficios y protecciones de la ley.
Durante los últimos años hemos venido proponiendo y explicándole a
los venezolanos, que la manera más efectiva de proteger el salario de
los trabajadores, recuperar su poder adquisitivo y su calidad de vida es
a través de un modelo económico que ponga el acento en la producción
nacional.
Una de nuestras propuestas es crear las condiciones para que en
nuestra Venezuela podamos generar unos 500 mil empleos formales anuales.
¿Cómo es posible lograrlo? Creando más y mejores oportunidades. Esto es
viable si se pone fin a las expropiaciones y se garantiza la
estabilidad jurídica para atraer inversiones. Si la inversión pública se
dirigiera a ejecutar proyectos de servicios públicos, agua, luz,
carreteras, seguridad, escuelas, hospitales y viviendas; y a estimular
el emprendimiento de las pequeñas y medianas empresas, hoy la realidad
sería otra.
El segundo paso es derribar las barreras que excluyen a jóvenes y
adultos mayores de la posibilidad de obtener un empleo. Para ello,
nosotros propusimos la Ley del Primer Empleo, que asegura la primera
experiencia profesional a los jóvenes que se integran al mercado
laboral, concediéndole a las empresas incentivos fiscales.
Para salir adelante, el Estado también debe promover condiciones que
garanticen a todos los trabajadores la seguridad social y un salario
que les alcance, por eso es importante reducir la inflación, promoviendo
la producción. No nos cansaremos de decirlo, esa es la clave para que
nuestra Venezuela progrese.
Y solo a través de la construcción de un entorno de confianza para la
inversión basado en instituciones justas sin perseguir a la gente,
seguridad jurídica, la reducción de los obstáculos para el
emprendimiento, y la promoción de la iniciativa del esfuerzo privado, se
fortalecerá la producción nacional de bienes y servicios que consumimos
los venezolanos.
Las condiciones en las que nace un venezolano, no deben determinar su
destino. Un empleo con calidad es fundamental para que nuestro pueblo
avance en el logro de sus aspiraciones. Con el desarrollo del turismo,
de la agricultura, la manufactura, la industria y el comercio se forjará
en el país una economía estable, sólida y confiable.
Solo así lograremos frenar el alza de los precios: solo el trabajo
conjunto entre un gobierno y el sector privado, permitirá que alcancemos
la estabilidad de precios que resguardará el valor de los salarios de
los venezolanos.
A nuestros trabajadores de Miranda, como les dije esta semana,
gracias infinitas por amar y servir a nuestro pueblo mirandino. En
Miranda hemos demostrado que somos un equipo al servicio del progreso de
nuestro estado. A todos los trabajadores de nuestra Venezuela, hoy más
que nunca nuestro compromiso es con ustedes, con sus familias, con todo
nuestro pueblo para que juntos impulsemos los cambios que nos permitan
vivir bien, comer bien, dormir y caminar tranquilos hacia el progreso.
Hoy más que nunca estoy seguro que llegará el día que en nuestra
Venezuela más nunca se hable de trabajadores oficialistas u opositores,
sino trabajadores venezolanos.
¡Todos somos todos! ¡Que Dios bendiga a
los trabajadores de nuestra Venezuela!
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