Este modelo fracasó, no sirve, y cuando algo no sirve hay que
cambiarlo. Por eso los venezolanos quieren un cambio, lo exigen, porque
saben muy bien quiénes son los culpables de que las familias venezolanas
estén pasando más trabajo que nunca, porque cada una de las metas y de
los proyectos que tú y los tuyos quisieran lograr son imposibles en
medio de tanta improvisación, tanta corrupción y tanto sinvergüenza
enchufado al poder.
Por eso es que debemos votar este 8 de diciembre pensando en nuestro futuro y cortando todos los chantajes que desde Miraflores mantienen
al país en el pasado. Es a los del partido de gobierno a quienes no les
conviene que tú progreses para que quienes más necesitan sigan
dependiendo de la burocracia que actualmente te separa de tu futuro.
Así de sencillo: con ellos en el poder es imposible que tengamos el
futuro de progreso que Venezuela merece. La muestra de eso es que
mientras más y más obstáculos ponen los politiqueros, más ganas le pone
nuestra gente al día a día para poder mantener viva la esperanza. Pero
eso no es justo: piensa por un momento si todo ese empeño que pones cada
día lo hicieras en un país que te brindara las oportunidades para
crecer. Piensa y mira lo grandes que seríamos todos progresando juntos.
Piensa en esa familiar o vecina que todos tenemos y consigue resolver
criar a sus muchachos lejos de la violencia y con mucho esfuerzo.
Piensa en esos jóvenes y las ganas que tienen de trabajar y empezar a
ganar experiencia. Piensa en los maestros que están invirtiendo todo su
tiempo en lo que va a ser nuestro futuro. Piensa en los médicos y las
enfermeras que no se dejan vencer por la impotencia del derrumbe que son
los hospitales y salvan las vidas con lo poco que tienen en sus manos.
Piensa en cada venezolano que sale a ganarse la vida con honestidad y
sin dejarse manchar por la corrupción ni la viveza.
Piensa en cómo será Venezuela cuando ese esfuerzo de cada uno tenga
en sus gobernantes a unos compañeros de camino y no a una manada de
malandros, cómplices del delito y payasos de la politiquería. Piensa en
eso y dime si este país no merece que el 8 de diciembre todos vayamos a
votar para conseguir que en cada rincón de este país quede constancia de
que queremos un país mejor. Lo merecemos y podemos tenerlo.
¡Nosotros somos ese país mejor e indetenible, lleno de futuro y de progreso!
Yo estoy seguro de que cuando en Venezuela se gobierne verdaderamente
de la mano con el pueblo, toda esta fuerza y todo el talento que no se
ha dejado derrumbar por los ineficaces nos hará el país grande que
queremos. Por eso es importante entender y hacerle saber a quienes nos
rodean que si la vida que tienes no se parece a la que te gustaría tener
y a la que quisieras para tu familia y para tu comunidad, entonces el 8
de diciembre es la oportunidad de gritarlo claro y fuerte con tu voto.
El
8 de diciembre se trata de elegir entre dos formas de hacer las cosas.
Ese día vas a tener oportunidad de elegir entre la vida que Nicolás
Maduro y sus cómplices quieren para ti y la que tú mereces tener. Él
sólo quiere más poder, mientras tú lo que quieres son soluciones. Mira
lo que ha pasado en esas alcaldías donde la franela roja sólo sirvió
para robar campante y mostrarle al país de cuanta cochinada son capaces
esos que cuentan con la bendición del partido.
¡Que se den cuenta de que se les acabó la vaina! Más nadie está
dispuesto a que lo obliguen a pensar de una manera como chantaje para
obtener lo que por ley merece cada ciudadano de este país. Llegó la hora
de trabajar para sacar este país adelante, y todos esos vagos y flojos
que están chupándose la plata del Estado son los únicos que están de
más.
Que sigan viendo fantasmas y enemigos en todos lados. ¡Aquí hay un
liderazgo político que viene a trabajar y sabe hacerlo en equipo! Los
sinvergüenzas son los únicos que no tienen cabida en el progreso.
Los venezolanos tenemos claro que no se trata de una elección
presidencial. De eso no hay duda, pero el asunto es que aquí no sólo ha
fracasado el Presidente de la República, sino cada uno de los que han
llegado al poder jugando con la esperanza del pueblo y usando su partido
como una licencia para hacer lo que les da la gana.
El modelo que propusieron está haciendo agua por todas partes.
Fracasó y no saben cómo salir de la crisis, porque hasta se robaron la
plata que antes usaban para tapar sus fallas a billete limpio. Son
víctimas de sus propias mentiras y de su propio malandraje.
El 8 de diciembre la cosa está clarita: se trata de elegir entre lo
que quieren Nicolás Maduro y sus cómplices, que no es otra cosa que
dejar las cosas como están para no moverse de sus enchufes, o elegir el
futuro que podemos construir junto a punta de trabajo y voluntad.
Es la hora de sacar este país adelante desde cada rincón, cada
pueblo, cada ciudad. Tú sabes qué es lo que debes hacer. ¡Así que no
dejes que nada te detenga!
¡Que Dios bendiga a Venezuela!
No hay comentarios:
Publicar un comentario