La reciente noticia fechada en
Brasil, que relata cómo un juez de la vecina nación levantó el cierre de la
frontera que compartimos con ellos, vuelve a subir la temperatura en el asunto
fronterizo con nuestros dos grandes vecinos.
Y es que para nadie es ya un
secreto el hecho de que los venezolanos vean como una alternativa de
cecimiento, superación y progreso la posibilidad de salir por tierra a través
de los límites que nos separan de otros países, para intentar en aquellas
latitudes la construcción de una vida mejor.
La magistrada del Tribunal
Supremo de Brasil Rosa Weber, negó un pedido del gobierno del estado de Roraima
destinado a cerrar la frontera con Venezuela, la cual ya había sido bloqueada
por la policía tras la decisión de un juez federal, de menor rango. El
magistrado Helder Girão Barreto ordenó el bloqueo temporal.
Dicho juez Barreto había
determinado suspender temporalmente el ingreso de venezolanos por tierra hasta
que hubiera un "equilibrio" entre el número de inmigrantes que
ingresa desde nuestro lado, con los que salen a otras ciudades.
Weber se pronunció respecto a la
situación, como consecuencia de un pedido del gobierno de Roraima, que es la
principal puerta de entrada de los venezolanos en Brasil. Rechazó el cierre de
la frontera al considerar que “va en contra de la Constitución y de los
tratados internacionales ratificados por el gigante suramericano”, según reseña
la agencia de noticias internacional Efe.
Pero el episodio ya tiene
antecedentes. En abril de este año, la gobernadora de Roraima, Suely Campos,
del conservador Partido Progresista (PP), pidió el cierre temporal de la
frontera con Venezuela por la "omisión del Gobierno Federal en cumplir su
papel constitucional de control de la frontera, sobrecargando el estado".
De inmediato el presidente de
Brasil, Michel Temer, criticó el pedido de la mandataria regional y señaló que
“cerrar las fronteras del país no era un hábito de Brasil”.
Roraima es uno de los estados más
pobres de la nación y ha recibido unos 50 mil venezolanos, un porcentaje
importante de su población, que han elevado significativamente la demanda por
los diferentes servicios públicos en la región.
La gobernación alega no tener
capacidad para atender esa demanda. Este es el origen de las delicadas disputas
entre distintas instancias gubernamentales al respecto.
El gobierno de Brasil ha puesto
en marcha medidas de asistencia humanitaria para los inmigrantes venezolanos,
en las que participan el Ejército y organismos internacionales y que incluyen su
traslado a otros puntos del país, para descongestionar la comprometida
región.
Este último giro es una gran
noticia para los coterráneos que se aventuran a tan difícil viaje para buscar
una vida mejor. Y no queda sino agradecer a las autoridades brasileñas, que
están maniobrando como mejor pueden para no negarle a los venezolanos que tocan
a sus puertas, una oportunidad de salir adelante.
La Oficina del Alto Comisionado
de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) celebró la decisión del
Tribunal Federal de la 1 Región de Brasil de mantener abierta la frontera con
Venezuela para permitir el ingreso de inmigrantes.
El texto fue el siguiente:
"ACNUR celebra la decisión de anoche del tribunal supremo brasileño de
anular una decisión de un juez federal en el estado fronterizo de Roraima para
suspender la admisión de venezolanos al país y cerrar la frontera", según
afirmó en Ginebra el portavoz de dicha agencia de las Naciones Unidas, William
Spindler.
Se trata sin duda, de un tema muy
delicado. Y es por eso que hay que agradecer doblemente la buena voluntad de
los brasileños para recibir a los venezolanos que deciden probar suerte por
allá.
Por un lado, emigrar es un
derecho humano y la movilidad de la gente, por principio, no debería ser
obstaculizada.
Por otro, cuando las emigraciones
son colectivas, como está sucediendo ahora, es lógico que se genere inquietud
en las naciones receptoras por un eventual colapso de los servicios de las
localidades a las cuales arriban.
Todos sabemos que casos similares
se han dado también en las poblaciones fronterizas de la hermana Colombia,
donde se han recibido reiteradamente a venezolanos, incluso a muchos que
solamente van de paso por el país, ya que han decidido como destino otras
tierras, como Ecuador, Perú o Chile.
En resumen, lo que toca es
agradecer a los vecinos que tienen la buena voluntad de recibir a los
compatriotas que tomaron la decisión de partir. Y entender que hacen un
esfuerzo por mostrar una hospitalidad digna no solamente del continente
latinoamericano, sino del género humano en general. Con ese buen comienzo,
seguramente todo irá bien para nuestros viajeros y podrán encontra el bienestar
que salieron a buscar.
David Uzcátegui
Twitter: @DavidUzcategui
Instagram: @DUzcategui
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