David Uzcátegui
@DavidUzcategui
El Consejo Nacional Electoral
anunció hace pocos días el inicio de la renovación de los partidos políticos,
gestión que debe llevarse a cabo a partir del 18 de este mes y hasta el 23 de
abril, dejando claro que este es un proceso necesario para participar en
próximos comicios.
Por supuesto, la medida ha
generado una enorme polémica entre la opinión pública venezolana, ya que –no
sin razón- muchos especialistas lo consideran otra manera más de colocar
obstáculos a la manifestación de la voluntad de la gente, mediante tecnicismos.
No es la primera vez que, desde
organismos del Estado, se dictan directrices que se la ponen cuesta arriba a
quienes no piensan como el gobierno. Sería ingenuo dejarse sorprender por estos
“ases bajo la manga” que buscan empequeñecer al contrario, apoyadas en un
ventajismo que está a la vista de todo el mundo.
¿Se trata de un intento de
ilegalizar los partidos, como lo señalara el ex presidente de la Asamblea
Nacional y actual diputado, Henry Ramos Allup? También el secretario ejecutivo
de la Mesa de la Unidad Democrática, Jesús “Chúo” Torrealba manifestó la alarma
de la coalición opositora ante estos nuevos hechos, que enrarecen aún más el
panorama nacional.
El CNE señaló que acordó los
criterios que regirán esta renovación de acuerdo con una sentencia de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia. Durante el proceso, que se
realizará durante diez fines de semana hasta el día 23 de abril, "deberán
renovar el registro de sus militantes 59 organizaciones con fines políticos que
no participaron en los dos últimos procesos electorales o que no alcanzaron una
votación equivalente a 1 % de los sufragios emitidos", según lo instruido
por el organismo electoral. También se señala que "cada partido tendrá dos
días para la recolección de manifestaciones de voluntad de sus miembros".
El rector electoral Luis Emilio
Rondón, el único de los cinco miembros del directorio del organismo electoral
que ha mostrado una conducta no afín al oficialismo, criticó el proceso, en el
cual aseguró que "salvó su voto" para la toma de estas decisiones.
Rondón indica que el "CNE
limita derecho a la participación, al aprobar proceso de renovación de partidos
en condiciones de casi imposible cumplimiento", manifestando también que
con esta decisión el Poder Electoral "dificulta el Derecho a la Asociación
Política, lo cual es sumamente grave".
Justamente, lo que se señala como
más complicado, es el hecho de que apenas se otorgan dos días para que cada
partido logre recabar el 0.5% del las firmas del padrón electoral que se les
exigen; lo cual significa que estas agrupaciones apenas cuentan con 14 horas
durante un fin de semana, a diferencia del lapso original, que era de cuatro
meses para realizar toda esta tarea.
La MUD argumenta que las normas
impuestas por el CNE son de carácter "restrictivo y fraudulento"
porque sólo se han destinado 390 máquinas captahuellas de las 40.000 de las que
dispone el ente.
La agrupación de organizaciones
políticas opositoras considera que "las inaceptables condiciones
impuestas" por el CNE "confiscan el derecho de los venezolanos a
organizarse y participar políticamente y “constituyen una afrenta, una burla a
la democracia", según manifestó en un comunicado para la prensa.
Sin embargo, Rondón también
aseguró que el proceso de renovación de los partidos políticos, no impide la
celebración de las elecciones regionales y municipales este año.
El funcionario agregó que el
cronograma electoral está por ser anunciado de un momento a otro, resaltando
que existe una mora de la cual el organismo está consciente y que por ello, se
pondrá al día con el electorado venezolano a la brevedad.
Debemos recordar que en octubre
del año pasado, fue el mismo ente comicial quien dijo que las elecciones
regionales y municipales se realizarían en el primer semestre de este año 2017,
del cual ya ha corrido algo más de mes y medio.
Este es un factor de suma
importancia en los días por venir; ya que, ante la creciente presión social, es
imperativo concretar este proceso electoral pendiente; más aún cuando los
lapsos legales hacen urgente su concreción. El tiempo corre en contra, y lo hace
justamente en uno de nuestros peores momentos históricos.
Cuando Venezuela atraviesa la
peor crisis política, económica y social, no es para nada recomendable trancar
el juego más de lo que ya está. Lo que toca a quienes compartimos el
gentilicio, es la facilitación de las vías expeditas para que, a través de la
asistencia a las urnas electorales, el pueblo dirima con su voto los conflictos
nacionales. El llamado es pues, a la sensatez que permita avanzar a la
democracia en tiempos tan adversos.
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