Los enchufados lo volvieron a hacer: la incapacidad y las políticas
equivocadas de Nicolás y su combo siguen haciéndonos más pobres.
Venezuela se ha convertido en un caso de estudio que la convierte en
la vergüenza económica de la región. Basta con ver alrededor y el
comportamiento de la economía de los países cercanos. Es importante que
le prestemos atención a estos datos, pues son argumentos que nos sirven a
la hora de abrirle los ojos a nuestros vecinos, hermanos, familiares y
amistades que todavía no entienden lo grave de la situación que vivimos:
entre marzo del año pasado y marzo de este año, en un país como
Argentina la inflación fue de 10,6%; en Brasil fue del 6,59%; en
Colombia fue de 1,91%. ¿Saben cuánto fue la de Venezuela, por culpa de
estos equivocados que hoy ocupan Miraflores? ¡Un 24,2% en un año! Y
estamos hablando de los números hasta el mes de marzo. A eso hay que
sumarle abril, que fue de 4,3%, y este mes de mayo, con nada más y nada
menos que el 6,1%.
El dinero no alcanza, no se consiguen los productos y cada vez la
cosa se pone más difícil. Y todo esto que vivimos hoy es la consecuencia
de las políticas económicas que se han aplicado durante estos años. Por
eso a los venezolanos cada vez nos queda más claro que el modelo
político y económico que ha llevado a cabo el partido de gobierno
durante todos estos años está agotado. Están equivocados, no saben qué
hacer y sólo han conseguido una cosa: hacer que los venezolanos seamos
más y más pobres.
Con todo y lo que disfrazan desde el Banco Central de Venezuela los
números, entre los supuestos precios regulados y el control de cambio,
en los últimos doce meses la inflación llegó a 35,2%. Para que tengan
una idea, la del año pasado fue de 22,6%. Así gobiernan los equivocados y
así es como van empobreciendo al pueblo mientras ellos se llenan los
bolsillos.
¿Es eso justo? ¿Fue eso lo que le prometieron a sus electores? Y lo
peor es que están jugando con el hambre del pueblo. Este mes los
alimentos, dicho por el propio Banco Central, subieron 10,6% en mayo, la
cifra más alta en lo que va de año. ¿A quién le van a echar la culpa
ahora?
La incapacidad para reaccionar en el momento adecuado y con los
cambios necesarios nos han empobrecido a todos: a quienes votaron a
favor del proyecto de los equivocados y a quienes votamos por el futuro,
por el progreso, por el país que merecemos. Y eso tiene una razón que
está clarita: durante quince años han gobernado solamente por motivos
electorales, para mantenerse enchufados al poder y no para resolver los
problemas de fondo.
Este gobierno nada más atiende los síntomas y son incapaces de
conseguir la solución al problema. Es como si a un paciente que tiene
una fiebre por una infección nada más se le bajara la fiebre con pañitos
fríos y no se atendiera la infección, que es la verdadera causa del
problema. Las decisiones equivocadas del Ejecutivo Nacional, empezando
por las del enchufado mayor, están poniendo en peligro la vida del
paciente.
No hay otra manera de definirlo: son unos incapaces y unos
irresponsables que han puesto al país en riesgo. Nicolás se instaló en
Miraflores mintiendo y ahora está entrampado en ese fango. Ellos y su
ineficacia se han convertido en sus peores enemigos. Ya no pueden
ocultarlo ni siquiera a realazos, como hacían antes. Hasta esa capacidad
perdieron por estar dedicados a mantener el poder y llenarse los
bolsillos, olvidando a los venezolanos.
Se siguen burlando del pueblo. Son un gobierno hambreador, que
empobrece cada vez más al pueblo y que no ha hecho otra cosa más que ver
cómo mantenerse en el poder. Pero eso ya cambió. Y ellos lo saben: las
cosas cambiaron, están cambiando y van a cambiar.
Para lograrlo, existe un nuevo liderazgo y una nueva manera de hacer
política. Mientras ellos siguen buscando fantasmas donde no los hay,
nosotros seguimos en una lucha por la verdad y por el respeto a los
venezolanos. Estamos preparados para defender el país y en este nuevo
liderazgo no dejamos solo a ningún venezolano ni olvidamos los
chanchullos que el partido de gobierno amontona sin ninguna vergüenza.
No se nos olvida la deuda que tiene el Tribunal Supremo de Justicia
con la impugnación de las elecciones y tampoco dejaremos que entrampen
al pueblo para que se les olvide.
Nosotros sabemos lo que se debe hacer para sacar al país de este
atolladero. Y sabemos cómo hacerlo y hacerlo bien. Por eso cada vez
sumamos más personas a la idea de que el país debe progresar. Y eso
angustia mucho a los cabecillas del partido de gobierno: ver cómo el
pueblo venezolano ya se decidió a hacer que las cosas cambien. ¡Y no
perderemos ninguna oportunidad para demostrárselos!
Por eso pronto en cada municipio de Venezuela veremos a millones de
hermanos y hermanas convencidos de que el progreso es el camino hacia el
país que soñamos tener. ¡Nadie nos sacará de la convicción de darle a
Venezuela el futuro que merecemos! El futuro es indetenible y ya lo
estamos construyendo juntos.
¡Qué Dios bendiga a Venezuela! Ha llegado la hora de demostrar cuánto podemos alcanzar juntos.
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