En estos días hemos estado recordando como en el año 2009, por
cuestiones politiqueras y partidistas, un grupo de personas usaron la
fuerza de las armas y el poder para sacar a la Policía de Miranda de su
sede en Curiepe. Y eso fue sólo un botón de todo lo que venía sucediendo
en nuestro estado durante ese año, después de que le ganamos la
elección al protegido del oficialismo.
Y es que en Venezuela llevamos 15 años de división e insultos, con un
gobierno que en vez de solucionar los problemas más importantes de la
gente, siempre busca a quien echarle la culpa y meter la cabeza debajo
de la tierra como el avestruz, pensando que quizás así los venezolanos
no se darán cuenta de que el principal responsable de los problemas más
de importantes del país, como la inseguridad, es el mismo gobierno.
Y
con un comportamiento similar, de división y fanatismo, muchos
empezaron a criticar el hecho de que quienes lideramos la Unidad hemos
ido a reuniones con el gobierno para abrir un diálogo honesto y
transparente que nos permita avanzar en los problemas claves que estamos
padeciendo los venezolanos. Yo fui a Miraflores esperando un debate
sincero para resolver el problema de la inseguridad, porque para mi la
seguridad de los venezolanos está por encima de cualquier diferencia
política e iré a donde sea para combatir la violencia que cada día
enluta más familias en nuestro país y que ha impulsado un éxodo de
venezolanos, en su mayoría jóvenes, que se van a otros países buscando
las oportunidades y la tranquilidad que en su país no tienen.
Pero el gobierno en vez de buscar soluciones y evitar que eso siga
sucediendo, prefiere buscar culpables y se encarga siempre de señalar a
Miranda y en el caso de la inseguridad acusa a nuestros policías. Cuando
la verdad es que nuestro estado representa el 10% de la incidencia
delictiva del país, y ellos esconden el otro 90%, pero ¿qué hay de ese
otro 90%? Todos los estado requieren apoyo y una solución al problema de
la violencia, en el que el Estado es el principal responsable.
La violencia no se acaba con parcialidades políticas, no se acaba con
politiquerías. Y tampoco podemos pensar que la violencia es sólo un
tema policial, que se resuelve enviando más policías a la calle. El año
pasado se batió el record de policías asesinados en manos del hampa ¿y
quien cuida a los policías? ¿dónde están las autoridades que tienen
responsabilidad de velar por los policías?. Llegará un punto en el que
nadie quiera ser policía porque no se les garantiza recursos ni equipos…
ni justicia.
Porque la violencia es también un problema de los tribunales porque
si el funcionario hace el procedimiento tal y cómo lo indica la ley, y
por el contrario el tribunal no hace su trabajo ¿de quién es la culpa?.
Nosotros en Miranda presentamos a todos los detenidos a las autoridades
competentes y resulta que, por ejemplo en el 2013, el 66% de los
detenidos salieron a las calles otra vez. Entonces, ¿la culpa es de los
funcionarios policiales?. No, la culpa es de esos jueces y fiscales que
no hacen lo que tienen que hacer.
A los funcionarios policiales deshonestos que les caiga todo el peso
de la ley y al honesto hay que defenderlo, porque son cada vez menos los
que quieren ser policías. Pero también hay que depurar al sistema
judicial porque ¿quién castiga el delito de esos jueces que hasta tienen
tarifas para sacar a los culpables de las cárceles?, y es que ahora
para ser juez basta con ser de un partido político.
Por eso, insisto: si usted convoca al país a resolver el problema de
la violencia, tiene que convocar a todos los responsables de los poderes
del Estado, en la reunión de Miraflores faltaban los representantes de
los tribunales y la fiscalía.
Y, por supuesto, para que esta situación cambie debemos fortalecer la
educación, por eso en Miranda seguimos levantándola como nuestra
bandera. Porque cuando usted abre una escuela asegura el futuro de los
niños de esa comunidad. Los niños que van a la escuela y reciben apoyo
para su educación, tienen garantizado su futuro. Lo que garantiza que
nuestros niños no se vayan por el mal camino es la educación.
Debemos sumar, no restar, para que esto cambie. Porque para lograr
las soluciones que queremos todos los venezolanos se hace imperativo
escuchar y en estos últimos 15 años hemos venido escuchando una sola
voz, pero desde hace unas semanas nos hemos encontrado con la
posibilidad de dialogar entre todos y hemos comenzado a entender que
sólo trabajando juntos podemos mejorar las cosas. Y es que lo peor que
se puede hacer es meter el problema de la violencia en el debate
partidista. La división de las ideas políticas pueden discutirse en otro
lado, pero cuando se trata de la seguridad de los venezolanos debemos
unirnos a todos.
Por eso, ayer sábado mantuvimos una reunión de trabajo con el
ministro del Interior, Justicia y Paz junto a todos los alcaldes de
nuestro estado, los que piensan de una manera y los que piensan de otra,
porque todos somos bolivarianos, todos nacimos en la tierra de Bolívar y
todos merecemos políticas que nos permitan vivir tranquilos y en paz, y
eso pasa por escucharnos.
Quisiera poder hablarles sobre los resultados de esta reunión, pero
para el momento en que escribo estas líneas aún no se ha dado. Sin
embargo, estoy seguro de que si nos sentamos todos sin prejuicios y sin
complejos lograremos avanzar. No podemos resignarnos a vivir con la
inseguridad, no nos tenemos que acostumbrar a vivir con esta violencia
desatada en el país.
Debemos crear un diálogo permanente y aceptar todos los puntos de
vista y todas las opiniones , pero hay una sola cosa que es inaceptable:
la mentira. Por eso debemos actuar de manera reflexiva y juntos asumir
que lo que está en juego es el futuro de Venezuela.
Mientras tengamos vida, luchemos para defender la vida, con honestidad y dignidad. ¡Que Dios los bendiga!
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