El modelo económico que hoy tenemos en Venezuela no funciona y un
indicador de esto es la inflación, que el año pasado cerró en 56%. Esa
cifra nos dice que las políticas económicas que el gobierno central ha
tomado han fracasado. Todos los países van hacia adelante y nosotros
hacia atrás, países que no cuentan con los recursos petroleros que tiene
nuestro país.
¿Y cómo puede avanzar nuestro país si tenemos un Estado que siempre
esta amenazando? Ningún país atrae inversión de esta manera y no se
genera empleo. Mientras tanto vemos cómo cada día hay más personas en
las calles vendiendo para sobrevivir. ¿Cómo se construye un país donde
los docentes abandonan las aulas de clase para vender en una esquina
porque vendiendo ganan más para sobrevivir?
Es que la inflación golpea a todo el mundo, especialmente al más
pobre. Arrancando el año el ingreso de los venezolanos perdió un 56% de
su capacidad gracias a la inflación. Y esta semana nos anunciaron una
nueva devaluación. Aquí maquillan y le cambian el nombre a todo, pero no
es lo mismo Juana que su hermana. El establecimiento de un control
cambiario a través de bandas, como lo anunciaron este miércoles,
efectivamente constituye una nueva devaluación.
Recordemos que en 1998, cuando Hugo Chávez llegó al poder, la tasa de
cambio del bolívar con respecto al dólar estaba alrededor de los 570
bolívares el dólar. En los siguientes años el dólar se movió alrededor
de esa tasa, pero en el 2002 se disparó y cerró por encima de los 1.380
bolívares por dólar. Por lo que en 2003 crearon Cadivi para controlar el
cambio de divisas . Desde entonces la tasa de cambio fue en aumento y
en el año 2010 tras hacer la reconversión de la moneda (eliminándole los
tres ceros) y surgir el supuesto bolívar fuerte, se llevó la tasa de
cambio del dólar a 4,30 bolívares fuertes (es decir, 4.300 bolívares de
antes). En el 2013 el gobierno central devaluó la moneda al anunciar la
tasa de cambio del dólar a 6,30 bolívares fuertes. Y ahora en 2014
anuncian que habrá una tasa preferencial a 6,30 bolívares el dólar (pero
no indican para qué o para quienes) y la gran mayoría pasa al Sicad,
que es una subasta que ha rondado los 11,3 bolívares el dólar. Como
dije, sin duda nueva devaluación.
En los 15 años que lleva este gobierno en el poder, se ha devaluado
el bolívar casi un 2000%. Los dólares ya no alcanzan y dependemos de las
importaciones, en un gobierno que habla de nacionalismo y lo que
hicieron fue destruir la producción nacional.
Algo está haciendo mal este gobierno, y como consecuencia de eso las
necesidades básicas del pueblo no se pueden satisfacer. Las dos palabras
que más se repiten hoy en los establecimientos es: “No hay”. Uno tiene
que visitar varios establecimientos para poder comprar lo que
necesitamos. Ahora te llaman es para decirte donde hay los productos que
necesitas y cuando llegas al sitio muchas veces ya no hay.
La clave de todo para que este país avance es aferrase a la verdad.
Si quienes están en el poder siguen cayéndose a mentira no vamos a
resolver la crisis. Hay que salir de las trincheras y dejar a un lado
las posturas partidistas.
Este es una año crucial en materia económica en nuestro país y no veo
ninguna señal que indique un cambio en la vía que está llevando que nos
haga salir de la crisis que estamos viviendo. No es con censura que se
va a cambiar la realidad. Si en este año no hay un cambio en el modelo
económico va haber más escasez, inflación y desabastecimiento. Y para
que este modelo cambie, hay que cambiar al gobierno. En Venezuela
tenemos el talento para exportar.
El Estado debe estar al servicio del pueblo y no al revés, como ellos
quieren hacerlo creer. Hoy la intención pareciera que es que todos
estamos al servicio del Estado y el Estado es todo. No creemos en ese
modelo.
Nosotros creemos en el emprendimiento. Nosotros creemos que los
motores de la economía son las personas, y que hay que darles las
herramientas, capacitarlos y desarrollar su potencial para convertir a
cada hombre y a cada mujer en un emprendedor, y así el día de mañana los
emprendedores serán los grande generadores de empleo, no el Estado. El
Estado impulsa pero no se convierte en el dueño de todo.
Gobernar significa ser un servidor público, significa hacer todo lo
posible para que la vida de nuestro pueblo sea mejor, y eso dista mucho
de lo que vivimos hoy los venezolanos. Lo más preocupante es la
incapacidad de quienes se han perpetuado en el poder durante estos 15
años de entender que nadie tiene todas las respuestas y que creerse
superiores no va a lograr que salgamos del laberinto en el que estamos
metidos.
Venezuela necesita el reconocimiento de todos y el respeto a las
diferencias para poder superar entre todos la crisis que estamos
viviendo. Ojalá podamos entender aquello de que con el sudor de mi
frente y no con la sangre de mi enemigo.
Los venezolanos nos merecemos mucho más que frases trasnochadas y
experiencias fracasadas, y es nuestro deber como líderes evitar que nos
acostumbremos al caos, la intolerancia, las colas, la escasez, la
corrupción y la muerte. Es hora de que aprendamos de los errores y los
aciertos, y comencemos a lograr el progreso que merecemos. ¡Que Dios los
bendiga!
Fuente: http://blog.henriquecaprilesradonski.com/