Algunos siguen creyendo que tener patria es organizar viajar por el
mundo, hacer que una pequeña parte del país se les arrodille sin exigir y
armar un desfile. También creen que tener independencia es haber
empeñado al país en una deuda feroz, importar casi todo lo que comemos y
lanzar tres o cuatro insultos por televisión. Y quienes creen eso son
los mismos que creen que al pueblo pueden engañarlo, manipulando la
historia a punta de palabrería y cháchara politiquera.
Tener Patria es que nuestros hermanos y hermanas tangan seguridad
social, un sueldo que alcance y la posibilidad de cumplir sus metas.
Porque si “tener Patria” significa vivir bien, entonces aquí la Patria
está secuestrada por los enchufados. El pueblo sabe que aquí son sólo
unos poquitos los que están bien, porque la mayoría de las familias
venezolanas en vez de tener un gobierno lo están padeciendo.
Aquí Nicolás no gobierna: aquí lo que está instalado en Miraflores es
la improvisación, la corrupción y la ineficacia. Pero además la
dependencia de quienes se instalaron en Miraflores —y los venezolanos
sabemos que los hicieron engañando al pueblo— sólo les alcanza para
mandonear pensando primero en los ciudadanos de los otros países y, si
acaso lo hacen, de último piensan en los venezolanos. ¡Pero vaya que
saben llenarse de plata los bolsillos y hacerse los locos con sus
responsabilidades!
Todos sabemos que Nicolás realizó una paradita estratégica en su
viaje para revisar, en la mesa de gobierno de La Habana, los ascensos de
los militares. El asunto es que la torpeza política de Nicolás no le
permite darse cuenta de que empeñando así nuestras instituciones lo
único que gana es más y más descontento dentro de las Fuerzas Armadas
que tanto respeto. Ya el 14 de abril le dieron una sorpresita pues cada
vez son menos los que se dejan chantajear a cambio de prebendas que,
además, nunca les llegan.
¡Y tienen los riñones de venirle a hablar al pueblo de Independencia!
Reiteró su apoyo a los militares que están comprometidos con la
Constitución y manifestó su rechazo a la injerencia del gobierno cubano
dentro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
Es inaceptable que ningún otro país, ni su gobierno ni sus fuerzas
militares, llámese como se llame, revise los ascensos de nuestros
militares venezolanos. Ese ejército que durante el siglo XIX liberó
nuestra Nación y a otras más tiene en sus filas a gente valiosa que está
comprometida con el país y con la Constitución. Ellos saben que Nicolás
tiene una responsabilidad y no la está cumpliendo. Y no la está
cumpliendo porque no sabe, porque los venezolanos no le interesamos.
Por eso las elecciones municipales, que cada vez las tenemos más
cerca, son fundamentales: porque es ahí donde le vamos a terminar de
demostrar a los enchufados que ya las cosas no son como ellos quisieran y
que se les acabó la impunidad, porque el pueblo entero ha decidido
cobrarles el tiempo que le han hecho perder, el futuro que le han robado
y las esperanzas con las que han estado jugando durante quince años.
Lo bueno es que tenemos la oportunidad de empezar ese proceso de
justicia y recuperación del país dándoles otra lección electoral. Y esta
vez debe ser tan contundente que ni siquiera sus cómplices en las
instituciones podrán hacer algo para evitarlo. El futuro es una fuerza
indetenible. En las propias bases de sus partidos tienen a líderes
decepcionados que saben que no es posible seguir echando en un pozo
vacío las ganas de trabajar. Así es como cada vez se suman más y más
personas a la nueva manera de hacer política, al futuro, al Progreso.
A estas alturas no puedes hacer nada para evitarlo, Nicolás: el futuro ha vencido al miedo.
La gente sabe que las cosas no van bien y cuando las cosas no van
bien se cambian. ¡Y Venezuela cambió y por eso somos más! Tú no puedes
decir lo mismo, Nicolás: a ustedes sólo les queda seguir perdiendo
apoyo, seguir quedando en evidencia, seguir hundidos en sus mentiras.
Es el momento de hablar con quienes durante algún tiempo confiaron en
un modelo que ya fracasó, pero que habían puesto su esperanza en él.
Tenemos que seguir haciéndoles saber que tienen cabida en nuestra idea
de futuro. No sientan culpa, porque ni es culpa de ustedes ni se trata
de buscar culpables. No hay nada más vil ni más bajo que lo que ha hecho
el partido de gobierno con el pueblo necesitado que los apoyaba:
jugaron con sus esperanzas y se las destrozaron a punta de corrupción e
ineficacia.
Nosotros estamos aquí y ellos lo saben. Y nuestro proyecto de país
los incluye a ellos desde siempre, no a partir del momento que decidan
apoyarnos. A esta confianza y a esta honestidad que no discrimina sólo
les queda seguir creciendo a medida que lleguen quienes se van sumando.
No hay que olvidar que lo que se logró el 5 de julio de 1811 se hizo
gracias a dos cosas: la primera, es la convicción de ese grupo de
hombres y mujeres de todas las clases sociales, quienes se opusieron a
un poder que se creía todopoderoso y omnipotente; la segunda es que las
cosas se hicieron bien y como debían hacerse, logrando que un acto de
alta política civil como la firma del Acta de la Independencia le diera
una causa a aquellos ejércitos libertadores.
Gracias a esas ideas claras, a tener pensado un futuro y a pensar en
todo el país, sin discriminaciones, es que Venezuela obtuvo una
independencia que hoy los que están en Miraflores han empeñado a cambio
de asesorías baratas y rancias.
¡Pero seguimos siendo fuertes y tenemos bien clarito el país que
merecemos! Y ese país es el que vamos a construir juntos. El futuro es
una fuerza indetenible y los venezolanos sabemos que ese futuro nos
pertenece.
¡Que Dios bendiga a Venezuela! Sigamos adelante.
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